Arquitectura

[hacer click en las imágenes para ampliarlas]


El conjunto de cine-teatro y club en 1950. En el ángulo inferior izquierdo la pileta semiolímpica, y entre ésta y el club una grilla de árboles entonces recientemente plantados, entre la que aparece la cancha de basquet —estas instalaciones son anteriores a la entrada en escena de Espinosa y Lafosse con Ruiz. El cuerpo sobre columnas puentea, a modo de portal, la calle de acceso que lleva en un par de cuadras hacia la derecha al remate de la avenida principal contra el edificio de administración de la fábrica —el centro de coordenadas del pueblo. En primer plano viviendas en hilera para personal jerárquico.

Perspectiva de reconstrucción del conjunto en su configuración inicial, y foto reciente. 

Conviene comenzar una introducción a la composición general del conjunto de La Emilia (1944-46) con un extracto de los “Conceptos Rectores” del diseño del Teatro General San Martín en Buenos Aires (proyecto 1954-55), según el conocido escrito de Macedonio Oscar Ruiz firmado con Mario Roberto Álvarez y publicado como Teatro Municipal General San Martín (Ediciones Infinito, 1959). En el marco de la declarada búsqueda de un lenguaje “contenido”, intemporal, interesa el énfasis en la “dificultad” que en el San Martín planteaba el terreno entre medianeras para las intenciones de diferenciación, ponderación y preservación de las formas y espacios principales, y composición a partir de bloques de edificación de formas simples y expresivas. Habiendo visto La Emilia, en donde no se presentaba tal dificultad, se comprenderán mejor los “Conceptos Rectores” y el proyecto del Teatro General San Martín, y a su vez el texto permite comprender las búsquedas compositivas La Emilia.
El estudio completo del proyecto y de la obra, en todos sus aspectos básicos y de detalle, se ha orientado siempre en la búsqueda de la solución funcional, racionalismo al que se ha subordinado la delectación estética. La aplicación de esta norma, promueve tanto en la exterioridad plástica, como en el aspecto interior, un general tono de contención, condición que pone a cubierto a la obra de particularismos excesivos y de un sentido anecdótico a sus disposiciones y elementos.
[…]
El afán de síntesis, que impone reducir cada enunciado teórico a su más simple expresión, fue puesto a prueba desde un comienzo al enfrentarse la primera dificultad: la de resolver entre medianeras, una conjunción de elementos heterogéneos, considerables por su número, forma, tamaño y características.
Una rigurosa diferenciación de cada elemento según su función y su lógica interrelación, hizo posible su resolución en netos bloques de edificación, de formas geométricas simples y expresivas.
[…]
Otra norma fundamental ha sido la ponderación de cada elemento en función relativa, ya sea para la adecuada valorización de su función específica como para el justo destaque de su presencia en la composición. La conjugación de las formas exteriores, así como la de los ambientes principales, ha sido objeto de un verdadero esfuerzo de preservación, tendiente a evitar su desvirtuamiento por la anexión obligada de elementos de detalle o locales accesorios. Tal valorización relativa del destaque se ha observado en todos los aspectos y tanto podrían tomarse como ejemplo los volúmenes exteriores, como los grandes ambientes interiores, como las fachadas (o en el orden constructivo, la propia estructura, de la cual los elementos secundarios se mantienen en un segundo plano, acentuando ese relegamiento la importancia de los elementos maestros).
La composición de volúmenes sueltos, cada uno con su sentido funcional propio y una estructura particular acorde a sus requerimientos espaciales y su rol urbano (composición a la inglesa, diría Viollet; ver https://semper-estilo.blogspot.com/2012/06/la-construccion-normanda-y-la-china.html), que en La Emilia puede desarrollarse sobre el terreno prácticamente sin límites, deberá volcarse en el San Martín dentro del contenedor que representan los planos medianeros y de frente —sin que se pierda la deseada legibilidad volumétrica. 

En La Emilia los cuerpos edilicios se retiran de la calle, definiendo una amplia explanada para el cine-teatro, una expansión para la confitería, y un recorrido bajo el pórtico hasta la puerta de entrada al club, que abre a un hall de escaleras en que a modo de crucero se reúnen en horizontal y vertical todos los sectores. En el cine-teatro queda definido bajo la platea alta un gran hall de acceso, que también funciona como salón de fiestas, vinculado con la explanada por un cierre acristalado de toda la altura con puertas dobles a lo largo de todo el frente.

El conjunto a poco de terminado (1946) y planta de reconstrucción del estado inicial. 

Hall: planta baja, dos imágenes de una planta intermedia a nivel de sanitarios y segunda galería de la cancha de pelota, y planta alta mirando hacia la tercera galería. Desde aquí se accede a todos los cuerpos del club, en sus dos niveles en bar y salón, gimnasio con su balcón, y acceso y bowling, y los tres niveles no coincidentes de la cancha de pelota vasca. En las últimas tres fotos ver el empalme de la tercera galería con el conjunto de las escaleras, y en la cuarta cómo ésta se suspende mediante un tensor desde una viga superior al efecto, no ortogonal.

El pabellón de confitería en planta baja y salón en planta alta es un esqueleto con cierres acristalados, que permiten desde estos espacios la total apertura visual hacia la explanada a un lado y al parque arbolado al otro, y la visión a través del pabellón entre la explanada y el parque; esta transparencia queda enmarcada por los grandes volúmenes opacos del cine-teatro y de las instalaciones deportivas cubiertas. La estructura de este pabellón la forman pórticos transversales que permiten el acristalamiento hasta los cielorrasos (los fondos de losa). Observar en los planos la posición prevista originalmente para los toldos, sobre los parapetos de la planta alta, y la sección trapezoidal de las columnas, que aumentan la apertura espacial desde adentro y el acento vertical de la pieza desde afuera. 


Pabellón de bar en planta baja y salón de fiestas en planta alta. 
A los pocos años de construido se expandió el salón en planta baja, agregando una crujía hacia atrás, aumentando su profundidad, interponiendo particiones, y eliminando la transparencia original hacia el parque que todavía se mantiene en planta alta. Actualmente funciona en planta baja un restaurant y en planta alta un gimnasio. Observar en plantas y dibujos la estructura de pórticos transversales, sin vigas de frente. Las columnas son de sección trapezoidal, levemente ahusada, más angostas en su cara exterior que en la interior.
Completamente distinta es la estructura del pabellón del pórtico de acceso, que aloja canchas de bowling en su planta alta; la ya comentada del cine-teatro, con su esqueleto de orden gigante (tanto más gigante formal y espacialmente por contraste con el delgado techo sobre el acceso, a sólo 2,40 m de altura sobre columnas de tubo redondo de acero) y sus paños de cierre; y la estructura de la cancha de basquet. En los pabellones de servicios y en el de pelota vasca, cubierto por un serrucho de prefabricados, se combinan sistemas estructurales murarios y de esqueleto según los frentes deban ser mayormente abiertos o cerrados; en algunos casos el esqueleto se combina con muros portantes sobre los que se ensaya todo tipo de variaciones en las aberturas, incluyendo amplias ventanas horizontales que requieren contrafuertes y dinteles, y nichos con paños de mampostería de cierre (no portante, de menor espesor) sobre los que a su vez se hacen las aberturas. El conjunto parece un muestrario de las posibilidades arquitectónicas de la estructura portante, las que metódicamente se explora individualmente en función de su rol particular y dentro del conjunto, y combina y contrasta. 

Los cuerpos de bar-salón y cancha de basquet se enfrentan a través del hall de entrada, y sus puertas se alinean en enfilada en las plantas baja y alta. El pórtico con su puerta de acceso y el salón de bowling también llegan axialmente al hall (ver más arriba la planta de conjunto y las fotos del hall de escaleras), mientras que la cancha de pelota y el cuerpo de cocina y sanitarios (con distintos niveles de piso) establecen una relación más compleja, asimétrica, que se entrelaza con el trazado de la escalera. En todos los casos los cuerpos de muy diferentes estructuras y a veces niveles de piso se encuentran a tope, sin partes de intermediación o conexión —sólo continúan algunas de las líneas horizontales, que toman distintos roles al pasar de un cuerpo al otro. 


Pórtico de acceso y salón de bowling, cortes longitudinal en su conexión con el hall y transversal típico, y vista interior. La losa tendida entre vigas invertidas forma el cielorraso sobre el pórtico, y sobre las vigas está el piso de madera (las vigas a su vez reciben en voladizo a las columnas que en la planta superior pasan al espesor del muro) . El salón de bowling fue recientemente compartimentado y refuncionalizado, y su fenestración modificada.

Corte por el gimnasio y la biblioteca. Cubierta de la biblioteca durante arreglos recientes. Gimnasio: son posteriores a la construcción original las aberturas desde el pasillo del área de administración y biblioteca hacia el gimnasio, que permiten usar el pasillo como galería para espectadores.

Foto tomada desde la terraza sobre la expansión (posterior) al bar. En primer plano el bloque de servicios (baños y cocina en PB, baños y atención del bar en PA) y atrás las galerías de la cancha de pelota. Observar en la planta de estructuras sobre PA la combinación de muros portantes cuando el perímetro es mayormente opaco (muros exteriores de la cancha de pelota y del bloque de servicios) con un esqueleto interior de hormigón armado.
A la izquierda, en la galería de la cancha de pelota, esqueleto de hormigón armado y paños de mampostería de cierre. A la izquierda atrás, en la cancha de pelota, muro portante del lado opuesto, y cubierta en diente de sierra de prefabricados. A la derecha, en el bloque de servicios, muro portante con ojos de buey sobre la altura de puerta para los sanitarios, y contrafuertes y dintel para la gran abertura horizontal en el área de atención al bar (cuyo piso está a un nivel superior que los sanitarios). En el plano solamente, a la derecha el esqueleto del bloque de bar en PB y salón de fiestas en PA.
En el plano se ven también la viga y el tensor para la pasarela hacia la tercera galería. 

Cancha de pelota. 


Entrada principal del club, puerta giratoria al pasaje entre hall del cine-teatro y el bar/restaurant, y puertas al hall del cine-teatro. Las puertas exteriores del bar se han perdido, pero pueden verse en algunas de las fotos históricas de más arriba.
Obsérvense además los contrastes de escalas en la composición de las piezas —por ejemplo, los distintos roles que el mismo dintel a 2,40 m de altura tiene en el acceso bajo la galería, en el pabellón de confitería, en la entrada al hall del teatro, en el pasaje entre el teatro y la confitería— y las relaciones, secuencias y superposición en transparencia de espacios internos y exteriores. 





Finalmente, nótese que detrás de todas las variaciones en la expresión hay una única paleta de materiales y sistemas constructivos, conocida, tradicional.



Relaciones

El hall y salón de fiestas del cine-teatro de La Emilia es un obvio precedente del hall principal del Teatro San Martín, bajo la panza de la sala Martín Coronado. 

Macedonio Oscar Ruiz: hall del cine-teatro en La Emilia (1944-46), croquis temprano para el hall del Teatro Municipal General San Martín (1953), y hall del San Martín. 

Del hall del cine-teatro en La Emilia desciende de manera directa también la adición a la Tribuna Central del Lawn Tennis (1954; contemporánea con el proyecto del San Martín), un voladizo a partir de la estructura existente que conforma una especie de stoa perimetral. A la vista de la tribuna del Lawn más llamativas resultan las fotos de construcción del teatro, sin los bloques opacos laterales en el frente (que en el enmarcado de paños parecen presentar columnas que no son tales; lamentablemente no se preservan dibujos del proceso de diseño del teatro, que en cualquier caso fue rápido).
Macedonio Oscar Ruiz: hall del cine-teatro en La Emilia, imagen de reconstrucción y foto de la obra en 1945; ampliación de a la Tribuna Central del Lawn Tennis Club (1954), fotos recientes.
Estructura sobre planta baja (a la derecha, la losa sobre los baños), plano de febrero de 1945, y la obra desde otro ángulo. Observar en ambas imágenes que sobre los baños no hay columnas hasta los brazos de los pórticos laterales, que tal como los centrales recibe en su extremo una columna superior.



Antecedentes
Es muy probable que Ruiz haya visitado el ejemplo de Berlín y al menos conocido el proyecto de Roma durante el viaje de egresados de 1933.


Hans Poelzig. Cine Capitol, Berlín, en Revista de Arquitectura 111, 1930.
Dos salas en la Universidad de Roma Sapienza. Proyecto de Mario Piacentini, obras inauguradas en 1935. 
Leonid, Victor y Alexander Vesnin. Palacio de la Cultura Likhachev, Moscú (1936).
En otra escala, Le Corbusier, concurso para el Palacio de los Soviets (1931). La exposición de la geometría de la sala en planta y alzado es característica de muchos proyectos de la época. En el caso de La Emilia se combina con variaciones de esqueletos que derivan de Perret, y composiciones asimétricas de cuerpos a tope que en parte recuerdan a la sede de la Bauhaus en Dessau. Ambos proyectos eran bien conocidos por publicaciones —pero no hay constancia de que en el viaje de egresados el grupo de Ruiz haya visitado Dessau, habiéndose limitado en Alemania aparentemente a Berlín y Potsdam.



Ver también

Macedonio Oscar Ruiz en Facebook, https://www.facebook.com/MacedonioOscarRuiz/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario